Nacido en Madrid, Montero Glez vive en nosédónde (Tarifa), Cádiz, y va siendo andaluz según le dejan y contando el flamenco, los mojamés, el lumpen litoral y el jaleo del idioma. Me he hecho con su Huella jonda del héroe a ver qué tal.
Huella jonda del héroe es premio Llanes de viajes, 20.000 euros que se gasta un ayuntamiento de Asturias en las millas aéreas de la literatura. Lo ha ganado Espido Freire. Lo ha ganado Menéndez Salmón. Aquí corremos un tupido velo.
Viajes, viajar, lo que se dice viajes, viajar, no es lo que encontramos en Huella, pues Montero Glez se ha limitado a meter su maleta en un autobús e irse a vivir a Tarifa. Al cambio de residencia, normalmente, no se le considera viajar.
En el libro uno entra -amén de la extraña sangría francesa y del papel demasiado blanco y de las tapas demasiado duras y de que no sé por qué las páginas se numeran en el margen- poco a poco. De primeras, parece una redacción o un compendio de artículos neutros para revistas dominicales o suplementos de moda. No hay, en verdad, rastro aquí -huella- del Montero Glez criminal y sucito, de su mala hostia ni casi de su buen hacer con el tropo genital. Se cuentan muchas cosas, como de divulgación, tal que el origen mítico del estrecho de Gibraltar o quién era Paul Bowles, y quién le cocinaba -curiosamente, el mismo al que se comía-, y qué fue eso de Veneno, los Amador y el Kiko y el flamenco-blues.
Esto es como un escritor sin máscara, sin personaje, que hemos pillado en casa haciendo la comida común de los mortales. Por ahí, por lo íntimo y domiciliar, le vamos cogiendo el punto a Huella jonda del héroe, que acaba siendo una grata merienda menor de amigos en sala un domingo en que no echan fútbol.
Está bien el tono comedido que empleas para criticar un libro que en el fondo te pareció una mierda: si vas un poco más lejos ya sabes que Montero te busca, te encuentra y te parte la cara como le pasó ya con otros críticos, ¿verdad, cabroncillo?
Montero Glez usa champú anticaspa…¿Eso significa que me va a partir la cara si digo que su libreo es un pura caspa casposa, algo asi como un tratado del flamenco caspa?
Si sabes donde vives, puede que sí.
Montero Glez empezó pisando fuerte con tres novelas bastante logradas y un blog donde sentaba cátedra sobre lo humano y lo divino ante sus embobados admiradores. Luego escribió una novela redactada a toda hostia supongo que para poder presentarse y ganar el premio no sé qué, y después de cagarse en la puta madre de todo cristo, de proponer un premio de periodismo para el corresponsal del Mundo acusado de plagiar un artículo del New York Times, y de amenazar con partirle la cara a un tal Javier Rioyo, empezó a escribir artículos en un periódico y se fue todo al carajo, ya que lo último que quieren los dueños de cualquier periódico es tener problemas por las chorradas supuestamente trasgresoras que escriba alguno de sus mandados. En definitiva, otro ejemplo de fiera literaria finalmente domesticada, un poco lo que pasó con aquél que llamaban Juan Malherido o Alberto Olmos, con la diferencia de que Glez debe de ganar un pastón con sus artículos y hoy el tal Malherido escribe ebooks por dos euros, en feliz expresión que leí creo que en el blog de la sargento Fallarás (otra que tal).
Joder,Wagstaff: o tú mismo eres el tal González, o eres el Olmos o íncluso eres la Fallarás, porque no me negarás que saberse con tanto detalle la vida y milagros de esta purria de escritores,si no, no se explica.